martes, 23 de febrero de 2010

LA MUERTE NO RESPETA BANDERAS (1988) DE ANTONIO ECHEVERRY

Por: Miguel Cortés


Antonio Echeverry Gil nació en el Líbano (Tolima) una de las zonas que vivenció con fuerza y crueldad la violencia bipartidista, fenómeno que motivó a varios escritores nacidos en el Tolima a crear cuentos de la violencia. Sin duda Antonio Echeverry es uno de esos autores que pretende testimoniar y denunciar las masacres desatadas por los enfrentamientos entre los grupos políticos (el liberal y el régimen conservador).

Los relatos que integran el libro La muerte no respeta banderas, se ocupa de reflejar la realidad de la violencia de los años cincuenta, teniendo como escenario el norte del Tolima que, como lo indica el profesor Libardo Vargas “sufrió las persecuciones desatadas contra los liberales por la parte de los distintos estamentos del régimen conservador se ensañó en la zona rural y urbana del Líbano” . Esta problemática es reflejada en “Gritos de la madrugada” que narra la masacre de campesinos en Villahermosa ejecutada por los conservadores quienes “entraban por la ventana de la cocina, una explicación a tantos crímenes, a tanta maldad, a tanta ignominia. No entendía por qué se mataban los hombres. Por qué se mataban entre si los campesinos, si eran comunes su miseria y su sufrimiento… Por qué se destripaban los niños, echándolos en costales y golpeándolos brutalmente contra la tierra. Ah, que disque porque eran rojos o azules” (26).

Es un libro que se inscribe en la primera etapa de la literatura de la violencia porque “sigue paso a paso los hechos históricos y se pierde en el laberinto de muertos y de escenas de horror. Se nutre y depende absolutamente de la historia”. Lo anterior se puede observar en la mayoría de las narraciones que componen la obra de Antonio Echeverry en las cuales de hace mención a personajes y hechos históricos, como el asesinato del líder Jorge Eliecer Gaitán y los crímenes efectuados por tenientes, comandantes y sargentos como Escobar y Calderón.

Los cuales también retratan la instauración del régimen del terror en los campos y poblados del Tolima: asesinatos masivos, muertes truculentas efectuadas a machetazos, la violación a las mujeres, la tortura contra las víctimas, el desplazamiento forzado, los incendios, las volquetas y los ríos de muertos son narrados en la Muerte no respeta Banderas de la manera mas fiel posible. Uno de los relatos que testimonian esa cruel realidad es “¡Virgen santísima , se metió la chusma” Aquí el escenario es un pueblo que vive en incertidumbre desde que se instauró el régimen del dictador. En este pueblo vive un joven estudiante que observa con tristeza cómo poco a poco los habitantes de ese pequeño poblado desaparecen. Así lo indica el estudiante: “la farsa había terminado y aquella mañana memorable, se iniciaría el mas sangriento holocausto en la martirizada región” (48).

En resumen La Muerte no respeta Banderas es una obra que pretende denunciar y manifestar la violencia bipartidista en regiones azotadas por este conflicto en el Tolima, en donde los seres humanos quedaron atrapados por la barbarie y la ignominia. Además, la obra de Antonio Echeverry se acoge al genero del cuento cuya temática se enmarca en los acontecimientos iniciados a partir de 1948, época de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán.

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